La orfebrería panameña se dedica a la confección de prendas de todo tipo que van desde la confección de exvotos o milagros, anillos y aretes, entre otras finas prendas de joyería. para lucir con la pollera si no, que también se elaboran toda una inmensa gama de prendas decorativas y religiosas tales como aretes, esclavas, dijes, milagros, otros.
El joyero de la pollera es una muestra fehaciente de la maravillosa labor de los orfebres panameños. Una labor realizada con creatividad y armonía por estos diestros hombres y mujeres.
JOYAS DE LA CABEZA:
El Peinetón es considerado, por muchos, como un elemento de rigor en la cabeza de la empollerada engalanada con la pollera de lujo, pero nunca con la montuna y mucho menos con la basquiña o la camisola.
Esta prenda es originaria Ocú con una forma de media luna y de Veraguas, con una forma rectangular, aunque con el correr de los años, su uso se ha popularizado en todo el país.
Una plancha de oro laboreada con las técnicas de repujado o grabado se adhiera a una peineta de carey. Esta pieza de oro se le añaden arquitos o celdas de alambre de oro llamadas balcones de las cuales penden florecitas u hojitas llamadas brillos. Entre los brillos se puede adornar con perlas o corales.
Las polleras de gala y las montunas se aderezan con peinetas que al igual que el peinetón son de carey en cuyo borde se adhiere una plancha de oro que puede medir un centímetro de ancho o más. Las hay de varios estilos: balcón fijo (Peinetas que llevan únicamente la plancha de metal), balcón con brillos y perlas y/o corales (Como el peinetón lleva las celdas conocidas como balcón y los brillos adornadas con perlas o corales).
Las peinetas Roba Corazones son peinetas de balcón con brillo un poco más largas, que terminan en forma de roba corazones que son populares en Ocú y Veraguas. Este tipo de peinetas se ha popularizado en todo el país incluso en la Ciudad de Las Tablas donde hasta su aparición su lugar era ocupado por un par de plaquitas de oro llamadas parches o dolores porque cubrían la Caraña hedionda que utilizaban las empolleradas para aliviar el dolor de cabeza y en las sienes que le producía tensar su cabello para ponerse los tembleques.
Las Peinetas de Doble Cáscara o Cáscara de Dos Anchos están cada día más ausentes del tocado de la empollerada. Por décadas se usaban debajo del peinetón y se caracterizaban por llevar dos planchas de oro en lugar de una, las que también se grababan o repujaban. Ante la ausencia de esta prenda en las vitrinas de los orfebres, algunas damas han optado por usar un pequeño peinetón en lugar de la peineta de doble cáscara. Algo que no es tradicional y mucho menos popular.
Por otra parte, Las Mosquetas son rosetas trabajadas con perlas o corales en un marco de filigrana y tomatillos; mientras que las dormilonas están constituidas por una moneda rodeada de tomatillos o filigrana y con un semicírculo inferior del cual cuelgan brillos.
Es preciso destacar que los Zarcillos o Aretes deben llevar un largo adecuado pues últimamente se están utilizando algunos que llegan a tocar o incluso descansar sobre los hombros de la empollerada.
ENTRE GARGANTILLAS, CADENAS Y CORDONES…
La Gargantilla es una pieza de oro trabajada con labores de filigrana, perlas o corales y hasta con monedas coronadas mientras que el denominado Tapa Hueso es cualquier moneda coronada, dije o medalla que se sujeta en el cuello con una cinta negra. En algunos casos las gargantillas son tan grandes y largas que algunas damas utilizan El Tapa Hueso y la Gargantilla al mismo tiempo. Es preciso destacar que con la inserción de orfebres extranjeros en el mercado laboral se confeccionan gargantillas en materiales poco tradicionales y en tamaños descomunales que parecieran otra cadena más que una gargantilla.
La cadena más tradicional del joyero de la pollera y que no puede faltar al momento de vestir el traje nacional de gala es La Cadena Chata. Se trata de una pieza trabajada en una serie de escamitas entrelazadas y sujetas por una doble hilera de eslabones paralelos. Al final de esta cadena cuelga la popular “Ave María” o incluso en algunas ocasiones la figura de un pez articulado o de una moneda coronada en filigrana.
La Cadena Bruja es una variante de la Cadena Chata. Se diferencia de ésta ya que sus eslabones tienen la forma o apariencia de una “Z”. Se dice que a pesar de su extensión o largo es posible recogerla en la mano y esconderse en el puño, de ahí su nombre de bruja. Esta cadena se sujeta a la camisa de la empollerada con un fino broche de oro con forma de Flor de Guate.
La Guachapalí, Cadena de Brillos o Pepita de Melón: Es la cadena más frágil del joyero de la pollera. Se confecciona con pequeñas piezas de oro que simulan las semillas del melón, de ella penden dos pescaditos que se dice eran utilizados como escarba dientes y limpia oídos.
El Escapulario es una prenda del joyero de la pollera de innegable valor religioso. Se trata de un escapulario confeccionado con los mismos parámetros del escapulario de tela.
A pesar de su costo El Cabestrillo es una prenda que cada día se populariza más. Se trata de un cordón fuerte y largo de eslabones corrientes que se adorna con monedas coronadas colocándose las de mayor valor en la parte de adelante y la de atrás. Es usual que en el Cabestrillo se coloquen 8 monedas de diferentes tamaños, pero algunas féminas es su afán de destacar colocan más de esa cantidad y usan monedas pequeñas rodeadas de coronas de inmenso tamaño a las que le añaden perlas o corales fuera de toda tradición.
El Rosario es una prenda realizada en oro y perlas o corales que lleva sus tradicionales “avemarías y padrenuestros”. Esta prenda debe guardar las proporciones adecuadas al tamaño de la empollerada por lo cual debe evitarse los Rosarios de gran largo con cruces inmensas que no aportan nada al vestuario nacional.
La Solitaria es una cadena abierta variante de La Chata que se distingue porque está formada por chapitas de oro que por su forma y ancho recuerdan a este tipo de parásito.
La Salomónica: Es una cadena larga y gruesa de un tejido retorcido que según nuestros ancestros recuerda las columnas del templo de Salomón. De esta cadena pende generalmente una moneda coronada o un pez articulado.
La Media Naranja es una cadena conformada por eslabones que simulan rebanadas de naranjas de la que pende una moneda coronada. Mientras que la Cola e` pato está compuesta por eslabones que semejan la cola de este animal.
En el Concurso Nacional de La Pollera que se lleva acabo en la Ciudad de Las Tablas desde 1957 establece que son prendas obligatorias la Chata abierta o cerrada, Bruja; Cola, e ‘pato, escapulario, rosario, guachapalí o brillos, salomónica o solitaria y la media naranja. Como prendas complementarias puede escoger entre el Cabestrillo o la abaniquera.
OTRAS JOYAS
Roseta de Perlas o Mosqueta de Perlas: Se trata de una pieza de oro trabajada en filigrana que adquiere diversas formas, aunque la más popular es la redonda. Se adorna con perlas o corales. En la Ciudad de Panamá se coloca sobre la mota delantera de la pollera mientras que en el interior de la República se usa debajo de la mota de lana.
Botones de Enagua: Semejantes en labor y diseño a las que se usan como aretes. En Las Tablas se ha mantenido como regla el uso de 4 botones de oro sólido que solían utilizarse para sujetar las enaguas. Hoy en día, estos botones han perdido su labor funcional y sólo son recuerdo de una tradición o símbolo de lujo. Lady Matilde de Obarrio aseguraba con certeza que en la Ciudad de Panamá se usaban 8 botones de oro, 4 para sujetar la enagua y 4 para asegurar la falda en la cintura de la dama.
Sortijas y Pulseras: Existen varios tipos de pulseras y brazaletes de oro con labores de grabado y filigrana. Se usan sortijas en forma de manito, que se usaron como anillos matrimoniales y alianzas de matrimonio. En el caso de las polleras de gala además de las anteriores se prefiere el uso de anillos con rosetas de perlas y anillos en forma de corazón.
Hebillas: Es una hebilla pequeña de oro en forma de lazo con labores de grabado que la empollerada coloca en sus zapatos y adorna con cintas y encajes.
Broches de oro: confeccionados en oro y filigrana, se adornan con perlas y piedras semi - preciosas.
EL JOYERO DE LA POLLERA DE LAS DAMAS CAPITALINAS
Raúl Arango Chiari y Rolando Domingo que si mi mente no me falla se llamaba Aporte de las Damas Capitalinas al Joyero de la Pollera. En esta obra se aclaran visualmente para algunos folkloristas, la existencia de prendas, cordones y otras piezas que si bien no son parte del joyero santeño o de cualquier otra región si fueron populares en la Ciudad de Panamá.
Una de estas es La Tostada, Tostón o Tumbadillo prenda de oro en forma de medialuna, con monedas coronadas en filigrana y perlas que cuelgan de su extremo inferior.
Otras cadenas cuya existencia se discute siendo su origen eminentemente capitalino es la Cadena Sígueme de suprema belleza y gran costo. Lo mismo ocurre con la Cadena de los Amuletos que algunas damas han llegado a lucir.
En el Libro de Arango y Domingo se aprecian toda una amalgama increíble de joyas de la pollera confeccionadas para las damas capitalinas incluso un monedero de oro que a pesar de no ser propio de Azuero se está popularizando en esta región.
Recuérdese que la pollera adoptó patrones muy regionales en todo el país y la Ciudad de Panamá no escapó a tener formas propias y particulares de vestir la pollera. Al empezar la migración del folklore santeño a la ciudad empezaron las discusiones sobre el vestuario capitalino visto desde la perspectiva santeña que terminó imponiéndose como patrón o modelo nacional. Esto no impide las apreciaciones de Mallet o Nicole Garay que apreciaron cambios en la pollera capitalina producto tal vez y sólo tal vez de la fuerza arrolladora del folklore santeño y del posible desconocimiento de éstas sobre el uso de la pollera en Las Tablas.
El joyero de oro o al menos de plata bañada en oro no debe ser reemplazado por joyas de acero inoxidable que si bien es cierto copian a la perfección al joyero nacional y sus precios son más accesibles jamás podrán reemplazar a las joyas tradicionales confeccionadas por nuestros orfebres.
Lo mismo aplica para los orfebres extranjeros que traen consigo técnicas tradicionales de sus países y las copian en el joyero nacional alterando su idiosincrasia con nuevas técnicas y piedras preciosas que lo único que hacen es complacer las necesidades y caprichos de algunas damas que por sobresalir piden y piden más y más… ¡Recuerde que menos, es más!
Excelente descripción de las joyas de nuestra pollera nacional.
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