DÍA INTERNACIONAL DEL FOLKLORE


"Luce con garbo la panameña el bello atuendo de su pollera 
¡Hermoso traje de ricas gemas donde palpita la patria entera!"  
Extracto del poema Mi Pollera Hersilia Ramos de Argote


La República de Panamá al igual que otras naciones del mundo celebra cada 22 de agosto, el Día Internacional del Folklore. Una celebración, que por uso y costumbre, se ha institucionalizado en un número significativo de países sin que medie una norma jurídica nacional o internacional que respalde esta iniciativa identitaria. La fecha recuerda al autor del término William John Thoms quien utilizo la palabra en una carta titulada FOLKLORE”, publicada en la edición número 982 de la Revista Athenaeum, correspondiente al 22 de agosto de 1846.

Aunque sea más un saber tradicional que una literatura y pueda describirse con mayor propiedad, creo es una buena palabra compuesta anglosajona, folk-lore, esto es, el saber tradicional del pueblo”, definía su neologismo el propio William John Thoms.

Se dice que “El neologismo tuvo buena aceptación en tiempos que el romanticismo de siglo XIX reaccionaba contra la intelectualidad dominante del período anterior y estimulaba el surgimiento de un estudio sistemático, metódico, de las manifestaciones culturales provenientes del pueblo. Hasta ese entonces las “antigüedades populares” o “literatura popular” eran las definiciones más cercanas a lo que se deseaba explicar”.   

A través de los años puristas del lenguaje han tratado de buscar una palabra castiza para el término folklore. Algunos de ellos hablan de cultura popular tradicional o cultura tradicional. Lo más que se ha logrado es castellanizarlo con el uso de la “c” en lugar de la “k”. 


Jóvenes danzantes. Festival Cultura Emberá en Piriatí.

La reconocida Dora Pérez de Zárate define el Folklore como “patrimonio cultural perteneciente a un grupo específico que aunque vive dentro de sociedades civilizadas, sigue practicando sus viejas costumbres˝.  Dora Pérez de Zárate fue tajante en 1986 cuando Ligia de Jaén le preguntó ˝¿No tenemos en nuestro idioma palabras que exprese lo mismo?˝ A lo que Pérez de Zárate contesta que “En los contactos culturales entran términos que nosotros tenemos que usar; sobre todo si en el lenguaje nuestro no hay equivalente. El autor de un instrumento cualquiera, lo bautiza; no podemos quitarle el nombre que le pone el papá”. (Un diálogo con la Profesora Dora Pérez de Zárate artículo de Ligia de Jaén. Revista Lotería No. 363. Noviembre-Diciembre de 1986, p. p.139-140)

Julio Arosemena Moreno presenta, en su obra Notas del Folklore Panameño basado en el modelo presentado por el folklorólogo brasilero Paulo de Carvalho Neto, una categorización del folklore que aunque él acepta no es la más perfecta, se ajusta más a nuestra realidad nacional

  • Folklore Poético: las adivinanzas, refranes, adagios, proverbios, romances, cancionero de adultos (que incluye la décima: líricas, amorosas, religiosas o a lo divino, picarescas o jocosas, de argumento), la saloma (lo pueda negar, la pollera, el tamborito y el Canal de Panamá).

  • Folklore Narrativo: los mitos, leyendas (anímicas, heroicas, históricas, religiosas, de animales), cuentos, casos, chistes.

  • Folklore Lingüístico: los vicios gramaticales, topónimos, vocabulario regional, apodos, pregones, mímica.

  • Folklore Mágico-Religioso: el animismo, las supersticiones (del embarazo, nacimiento de la primera infancia), creencias, tabuhismo, fetichismo, curanderismo, brujería, magia, magia medicinal, magia no medicinal.

  • Folklore Social: la música (la folklórica, el canto, los bailes, las danzas, la música típica y la típica popular), los juegos, fiestas, juntas, trabajo, la familia, la saloma, y el grito.

  • Folklore Ergológico o Material: los instrumentos musicales, trabajos de oro u orfebrería, vestuarios (femenino, masculino, de danzas, otros), medios de transporte, pirotecnia o fuegos artificiales, vivienda, comidas (utensilios de cocina), instrumentos y aperos de trabajo, trabajos de paja o en fibra vegetal, trabajos en barro, trabajos en cuero, trabajos en papel, en telas o hilos, máscaras, cerámicas, nacimientos, otros.


Es importante recordar que todo lo folklórico es típico, pero no todo lo típico es folklórico. Existen costumbres y tradiciones que sin ser folklóricas son típicas de Panamá. Por ejemplo, algunas piezas musicales del parnaso panameño que entran en la categoría de música típica popular que se interpreta con todo tipo de instrumentos incluyendo teclados digitales, tumbas y bajos. La música posee un ritmo muy panameño pero no es música folklórica pues no solo carece de los instrumentos folklóricos tradicionales sino también de la estructura tradicional de la composición folklórica. Aún así esta música es típica de nuestro país porque se originó en esta tierra istmeña.

A pesar de que existe cultores del vernáculo que quieren aferrarse totalmente al pasado; otros están abiertos a la innovación pues el folklore no es historia. Es vivo… se mantiene, se transforma o simplemente muere como ha pasado con algunas manifestaciones folklóricas de la cultura panameña.

Mujeres ataviadas con la pollera junto a músico intérpretede la Danza de los Diablicos Cucúas.
Festival de la Mejorana en Guararé. 

La apertura a innovaciones debe ser gradual y aceptada por el pueblo quien es a final de cuentas el que decide que es folklórico y que no lo es. Bien lo dice José Antonio Mc Gregor que las tradiciones de hoy fueron en un momento las innovaciones que un individuo o grupo de ellos se atrevió a realizar.

La innovación está incluida como una de las características del hecho folklórico bajo el parámetro de la plasticidad que no es más que el cambio gradual que se da a través del tiempo. Un cambio que el pueblo acepta, no la improvisación e imposición de algunos pocos. De hecho, el folklore de los pueblos no nació puro.

En el caso panameño es producto de la mezcla de la cultura autóctona u originaria y de la herencia africana y española que en una fusión maravillosa crearon tradiciones vernaculares ancestrales. Ya lo dice el grupo musical Jarabe de Palo “señores, en lo puro no hay futuro, señores, la pureza está en la mezcla, señores, en la mezcla de lo puro, señores, que antes que puro fue mezcla”.

A través de los años, la cultura vernacular panameña ha sufrido cambios que la han matizado, la pollera y sus accesorios han cambiado, los rituales del carnaval también lo han hecho, qué decir de nuestra gastronomía y juegos de antaño incluso algunas manifestaciones han desaparecido o están a punto de hacerlo. Por eso se hace urgente la investigación seria y la documentación precisa que no debe almacenarse sino divulgarse antes que el tiempo borre tanta información valiosa de gran valor cultural y social que nos ha identificado como panameños.


Danzantes e instrumentista de la cultura Congo. Desfile de la Etnia Negra en la Ciudad de Colón.


José Mac Gregor afirma que “La modernidad sin tradición, es tan vacía como la tradición sin innovación y porque toda tradición de hoy, fue producto de la audacia de un individuo o colectivo que se atrevió a romper con lo establecido ofreciendo nuevas formas de interpretación y realización de procesos que fueron legitimados social y temporalmente hasta consolidarse e, incluso, “institucionalizarse” como “lo auténtico”. No creo que ningún lector se atrevería a cuestionar estas palabras.

En un momento histórico para la cultura nacional y producto de las autoridades de ese instante; casi ha desaparecido la folklórica pintura popular urbana en los autobuses borrando con ello parte de la identidad visual de la capital panameña.  A Dios gracias, la manifestación folklórica parece florecer con fuerza en las ciudades de Colón y La Chorrera.

En Panamá hay plata para algunos deportes, pero no para cultura.  Sino pregúntenles a los organizadores de fiestas como el Corpus Christi en Parita, Penonomé o La Chorrera. A los patronatos de algunos festivales y a los organizadores del carnaval de Las Tablas cuyas Tunas invierten más de un millón de dólares en un espectáculo único en el mundo.

Para los panameños el folklore aún existe y existirá mientras hombres y mujeres lo fomenten en su comunidad, alumnos, vecinos, sobrinos e hijos. Para el hombre del campo no existe el patrimonio cultural inmaterial. Este existe para los académicos. Para aquellos que, bajo los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) trabajan en el rescate, registro y conservación de técnicas y conocimientos de cómo llevar a la materialidad y divulgar esas manifestaciones culturales del pueblo.

Mes a mes, día a día, el panameño celebra su identidad. Nuestra gente ratifica su esencia nacional a través de múltiples manifestaciones folklóricas y de la cultura popular. Eso somos, no esperamos noviembre para celebrar nuestra identidad.

Cada nuevo amanecer nos identificamos con el ser panameños.  Con lograr un futuro para nuestras familias pero que ese futuro no solo esté lleno de ciencia y tecnología sino que esté matizado con los ritmos, sabores y colores de la nuestra panameñidad que a pesar de la pandemia de Covid-19 se han mantenido contra viento y marea.


Danzantes con traje Montuno. Festival del Manito Ocueño, Provincia de Herrera.


A pesar de atravesar una dura situación económica y educativa producto de esta gran crisis sanitaria que azota nuestra patria, estamos a tiempo de salvar nuestro folklore, nuestro arte popular que corre el riesgo de perderse ante la indiferencia de las autoridades y los avatares que trae la modernidad y la falta de recursos.

El panameño y en especial las autoridades nacionales tienen ante si, el deber de revalorizar nuestras manifestaciones populares y legislar para darle su justo valor dentro del patrimonio cultural y la memoria histórica de la nación panameña.

Archibald MacLeish en 1949 afirmó que “El alma de un pueblo es la imagen que aprecia de si mismo; la manera de verse en cuanto a su pasado; los atributos a que debe responder su conducta futura. Destruir esa imagen es destruir los medios por los cuales la nación sabe lo que es y lo que tiene que hacer”.




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