Se denomina monumento al altar donde se coloca la hostia consagrada una vez terminada la misa Jueves Santo, donde se instituyó el Sacramento de la Eucaristía. En esta noche los hermanos católicos adoran a Jesús Sacramentado en la visita que hacen a las Siete Iglesias. Debe quedar claro que Jesús estará presente en este monumento sólo al finalizar última misa de este día, y se mantendrá en la iglesia hasta que la misma cierre sus puertas. Queda claro que este monumento en la ciudad capital puede estar hasta la media noche o muy temprano en la mañana del Viernes Santo. En algunos lugares del interior de la república los monumentos se mantienen durante la mañana del Viernes Santo hasta antes de la Hora Santa o tres de la tarde, hora en que murió Jesús.
La tradición pudo tener origen de la antigua disciplina eclesiástica según la cual muchos días y en especial los viernes, no se consagraba y se solían reservar hostias consagradas en los días anteriores. Con el fin de darle Comunión a los enfermos y para que el sacerdote pudiera comulgar.
El Jueves Santo el celebrante consagra dos hostias de las cuales consume una y otra se lleva en procesión solemne y se reserva en el Monumento hasta el día siguiente.
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| Monumento al Santísimo en el Templo Santo Domingo de Guzmán en el Distrito de Parita. |
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| Iglesia de San Atanacio en la Villa de Los Santos |
La ceremonia de depositar el Cuerpo del Señor con la solemnidad que ahora se practica sirve para mover a los fieles a considerar las angustias y trabajos que padeció desde el momento de la Última Cena hasta la hora en que fue crucificado.
No hay memoria de que en la Iglesia goda se hiciesen Monumentos como ahora. Antes bien algunos habían introducido la costumbre de tener las iglesias cerradas todo el Viernes Santo, como que para este día no había oficios especiales por cuyo motivo mandó el Concilio Toledano IV que lo ocupasen los obispos y curas en predicar la Pasión del Señor y en disponer a los fieles para la Comunión pascual.
Es tradicional que el Jueves Santo, tras la Misa de la Cena del Señor, en la que se conmemora la institución de la Eucaristía, los fieles visiten siete Monumentos repartidos por distintos templos. El Monumento se dispone en una capilla lateral del templo o en una capilla ubicada fuera del mismo pero cercana a este, donde se reserva el Santísimo Sacramento en un lugar especial. El Monumento debe tener un altar sobre el cual se ha dispuesto un sagrario vacío, que reciba en su interior los copones con las formas consagradas en la Misa en la Cena del Señor. El altar puede adornarse con colgaduras, flores y velas.
Cada monumento debe tener un altar sobre el cual se ha dispuesto el sagrario vacío, que recibirá en su interior los copones con las ostias consagradas en la Misa que recuerda la Última Cena del Señor. Un error que comenten muchos católicos es visitar 7 templos y no los 7 monumentos, error que se ha mantenido por muchos años.
El arte efímero es aquel que por la naturaleza de los materiales que lo componen o por su concepción, está pensado para desaparecer en un plazo de tiempo. Se trata de obras realizadas con alimentos, con materiales como la arena o el papel y están pensadas desde un inicio, sabiendo que van a desaparecer, y hacen del proceso de degradación una parte más de la obra de arte.
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| No todos los monumentos son monocromáticos. En algunos sobresalen adornos florales de múltiples colores que combinan con los textiles que usan en la confección de esta muestra de arte efímero religioso. |
El monumento puede adornarse con un número significante número de velas blancas las cuales no pueden ser menos de doce, según lo dispuesto por Benedicto XIV.
Al concluir la Santa Misa "In Coena Domini", se despojan los altares de los manteles y de cualquier otro elemento presente, quedando los tabernáculos de todas las iglesias del mundo vacíos y abiertos, en memoria de Nuestro Señor. Debe ser aclarado que al hablar de altar hablamos de la mesa donde se celebra la misa, el resto de lo que comúnmente se conoce como altar es el retablo mayor del templo.
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| Templo dedicado a la Vírgen de las Mercedes en el corregimiento cabecera de Guararé. |
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| Hoy en día los monumentos que resguardan el Cuerpo y la Sangre en el Santísimo Sacramento se caracterizan por la presencia de los ángeles custodios, sino por la profusión de flores. hace algunos años era característica la presencia de espigas de trigo, panes e incluso fuentes de agua que recordaban el bautismo liberador de pecados. |
La costumbre de visitar siete monumentos en la noche de Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo fue introducida en Roma por San Felipe Neri en el siglo XVI y se propagó por todo el mundo católico hasta llegar a nuestros días. La visita se realizaba originalmente a las cuatro Basílicas mayores: San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo extramuros, además de a las iglesias de San Lorenzo, la Santa Cruz y San Sebastián.
La forma de realizar esta tradición es visitando, literalmente, los Monumentos de siete iglesias distintas en recuerdo del recorrido que hizo Nuestro Señor durante Su Pasión desde el Cenáculo hasta el Calvario.
La costumbre popular que cae en el folclor religioso es solicitar en cada templo que se visita una gracia o milagro, pero el saber del pueblo aclara que en los 7 momentos de reflexión frente al monumento se debe pedir la misma gracia o milagro. Verdad o mentira, se trata de huellas del folk.
Las siete visita recuerdan los siguientes momentos del drama experimentado por Jesús antes de su muerte.
1) Jesús celebra la Última Cena y sale con sus discípulos al Huerto de Getsemaní
2) Jesús es arrestado en el huerto de Getsemaní
3) Jesús es conducido a la casa de Anás
4) Jesús es llevado a la casa de Caifás donde es condenado
5) Jesús es llevado a la casa de Pilatos
6) Jesús es presentado ante Herodes
7) Jesús es condenado por Pilatos y conducido al Calvario
Tras dos años de pandemia tenemos la oportunidad de visitar presencialmente los 7 monumentos que resguardan al Santísimo Sacramento del Altar. Que estas visitas sean un momento de reflexión y no una oportunidad para ver y ser vistos. Acudamos con el deseo de agradecer a Dios Todopoderoso por darnos la vida y permitirnos compartir con otros feligreses este momento eucarístico. Para los hermanos no católicos que estas visitas sean el momento propicio para admirar la belleza y originalidad de estas hermosas muestras de arte religioso popular.
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